Después de la exitosa 47a edición del FILMETS Badalona Film Festival, hemos querido hablar con los principales miembros de la organización y la dirección del festival para que nos expliquen cuál ha sido su experiencia al transportar su cine a las pantallas del Hospital Germans Tries i Pujol, una nueva iniciativa que ha generado un valioso impacto, mucho más allá de la comunidad hospitalaria. Además, también les hemos querido preguntar sobre su actividad en Acció>Cinema, la sesión del pasado 28 de octubre en el Teatro Zorrilla, que se tituló La mirada crítica. La entrevista la firman Josep Viñeta Balsells, consejero delegado del FILMETS Badalona Film Festivales, Agustí Argelich, director artístico y Esther Marquès, directora de producciones.

Texto: Mireia Girbau Fotografías: FILMETS Badalona Film Festival

¿El cine cura?

Seguro que es una cura natural muy efectiva y provechosa! Ahora, sí, sin hacer bromas, no sé si cura o no. En todo caso, desde FILMETS hemos puesto al alcance de los pacientes de los dos centros hospitalarios un entretenimiento de calidad que posiblemente los ha hecho más amable y agradable su estancia allá.

¿Cuál ha sido la experiencia de apostar para acercar el festival en los hospitales?

Absolutamente positiva. Con el Hospital Germans Tries i Pujol, uno de los hospitales de referencia del país, tenemos una intensa relación desde hace años. Lo que hemos hecho ahora, ha sido dar un paso más en esta colaboración. En un contexto de pandemia como el que nos encontramos, pero habiendo pasado lo que ha pasado en el sector sanitario el último año y medio, nos ha hecho muy contentos poder acercar el cine a los pacientes y a todo el personal sanitario. Y esto lo hemos hecho a través del canal Ruti TV, entrando en todas las habitaciones del centro, pero también proyectando en gran pantalla en el salón de actos. La idea es repetir de cara a la próxima edición, a pesar de que esperamos hacerlo sin pandemia, esperando que la cultura en general y el cine en particular ayuden a curar, pero sin tener que convivir con la COVID-19.

¿Cuál ha sido la programación que se ha visualizado en los hospitales? ¿Qué diferencia hay con la programación estándar del festival?

Se ofrecieron 2 tipos de contenidos: en la planta pediátrica, los niños pudieron ver alrededor de cuatro horas de cortometrajes infantiles en bucle. Al resto de plantas, se libraron todas las películas que estaban en competición oficial en el festival, es decir, más de 40 horas. Al salón de actos, se proyectaron un total de 12 sesiones del total de 25 que han conformado el programa de FILMETS. Aun así, la programación no ha estsidoado muy bien la misma.

El hospital creó un comité formado por médicos y médicas, enfermeros/se, psicólogos/se y psiquiatras que tuvieron la última palabra sobre las películas que se proyectarían. Se trataba de evitar temáticas o situaciones que no ayudaran a un desarrollo favorable de los pacientes (suicidio, errores médicos, etc.) Nuestro jurado de selección tuvo el encargo de apuntar las películas que podrían ser delicadas para ser vistas en un hospital. De un total de 237 cortos en competición, el jurado de selección marcó unas 20, una lista que se redujo a 12 por parte del comité del hospital.

¿Qué importancia tienen los festivales de cine para los cortometrajes?

Los festivales somos una de las pocas ventanas de difusión de los cortometrajes, al menos en nuestro país, a diferencia de otros países donde se exhiben y se programan habitualmente cortometrajes en las televisiones, cines o plataformas. Además, los festivales tenemos un público fiel donde ver cortometrajes de alto nivel, en el caso de FILMETS no solo de Badalona, sino también del área metropolitana o de fuera de la provincia, además de los autores de todo el mundo que quisieron asistir para presentar sus películas de forma presencial.

En el caso concreto de FILMETS, tenemos una programación muy diversa y de todos los géneros (ficción, animación, efectos visuales, documental…), y el equipo de programación trabaja cada año seleccionando las películas que, además de su calidad artística y técnica, encajan en general con el público del festival. Es importante destacar la oportunidad que tienen las distribuidoras de cortometrajes a la hora de mostrar sus últimas películas y de que se puedan proyectar a la pantalla. En este caso, los festivales de cine somos un mercado en potencia de la industria del cortometraje, una industria casi inexistente en nuestro país.

¿Cuáles han sido las temáticas por las cuales habéis apostado este año, a La mirada crítica?

La mirada crítica ha hecho hincapié en la sensibilización hacia varias problemáticas tanto locales como globales. Los cortos de esta sesión tenían una dimensión más ética que política, contrastaban paradigmas culturales, tensiones transformadoras e ilustraban tomadas de conciencia humanitaria, medioambiental, etc.

La sesión contemplaba dentro del programa internacional un significativo abanico de temas, como por ejemplo racismo, violencia xenófoba, inmigración clandestina, ecologismo emergente en las nuevas generaciones, reflexiones simbólicas o metafóricas sobre los recursos energéticos o la degradación de los mares, así como penetrantes estampas de la precaria vida cotidiana en escenarios de conflicto bélico. Han participado producciones o coproducciones catalanas, españolas, francesas, británicas, italianas, argentinas, venezolanas… que miran más allá de sus ámbitos respectivos y exploran otros países vecinos o lejanos: Escocia, Colombia, Madagascar, la franja de Gaza, los fenómenos migratorios, los retos globales…

La sesión de La mirada crítica fue formada por 12 cortometrajes (9 ficciones, 2 animaciones y 1 documental), pero en el fondo y en las formas la mayoría transcendían las clasificaciones rígidas para acontecer apelaciones urgentes a la conciencia de un público asistente a quien se invitó a superar la condición de mero espectador.

Por un lado, producciones de filmografías poco conocidas de varios países y de temáticas muy diversas, principalmente con una visión diferente del que es más habitual al cine, combinadas con producciones muy originales con un mensaje muy directo de aspectos relacionados con la crisis social, la libertad, la igualdad, la investigación de nuevas oportunidades, la amistad, etc.. También el género de la animación y el documental han tenido un papel importante en la selección de los cortometrajes, principalmente de ficción.

¿Cuál ha sido la valoración de La mirada crítica, la sesión de cortometrajes dentro de Acció>Cinema?

A pesar de que los valores de Acció>Cinema ya se podían encontrar en las diferentes sesiones temáticas del festival, la sesión La Mirada Crítica fue la puesta en escena de una nueva sesión internacional, con muy buena acogida tanto para los espectadores jóvenes como los adultos, y con la presencia de Gonzalo Caride, director de Deux Options y de Joan Paüls director de Watami: My land. Estamos muy satisfechos y con el deseo que sea una de las sesiones internacionales tradicionales dentro de FILMETS. También destacar que ha sido una sesión muy positiva, por varios motivos: diversidad de los temas de los cortos programados, muy adecuados con el título de la sesión, con una buena reacción y valoración de los contenidos por parte del público asistente.