29 Jul 2024

¿Cómo se deconstruye la mirada colonial en el audiovisual?

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¿Cómo se deconstruye la mirada colonial en el audiovisual?

La séptima edición de Wallay! Festival de Cinema Africà de Barcelona, tuvo entre sus invitadas a Bernadette Vivuya, periodista y cineasta congoleña, que presentó la película Stop Filming Us But Listen. El documental utiliza el metraje de un filme anterior (Stop Filming Us, de Joris Postema) para dar ejemplo de cómo se puede deconstruir la mirada colonial y acabar con los estereotipos sobre el sur global.

EL ORIGEN DE STOP FILMING US BUT LISTEN

¿Puede un director occidental proporcionar una visión realista de la realidad de un país como el Congo? ¿O seguirá haciéndolo desde el punto de vista del salvador blanco? Estas preguntas eran el punto de partida del debate que se generó a partir de la proyección de Stop Filming Us, de Joris Postema, en L’Alternativa, Festival de Cinema Independent de Barcelona, que programó la película en 2021 en el marco de sus sesiones especiales de la primera edición del proyecto Acció>Cinema. 

Aquella sesión contó con la  colaboración de Médicos Sin Fronteras y también de Debats CCCB y la Fundació Photographic Social Vision. En el debate posterior participaron el director Joris Postema, una de las protagonistas del filme, la periodista y cineasta Bernadette Vivuya, François Dumont, director de comunicación de Médicos Sin Fronteras España, y Silvia Omedes, de Photographic Social Vision. Stop Filming Us se presentó como una película necesaria para acabar con representaciones estereotipadas, también una de las prioridades de comunicación de Médicos Sin Fronteras.

La película de Joris Postema critica el discurso utilizado por los medios de comunicación y las ONG para retratar a África. El director, en cumplimiento de un encargo de una organización local que promueve la reflexión descolonial a través el arte, grabó durante un mes la rutina de diferentes artistas de Goma, incluyendo al fotógrafo Mugabo Baritegera, la cineasta Bernadette Vivuya y la periodista Llei Uwera. Su intención era mostrar la vida cotidiana de Goma, alejada de los estereotipos de guerra y miseria. El director había estado en Goma grabando antes. La primera vez lo había hecho por encargo de una ONG y había tenido sensación de peligro: «Estaba muy asentado en mi mente que Goma era un lugar peligroso, con gente en la miseria. Pero muchas personas simplemente se levantan por la mañana, trabajan, toman un café con sus padres y se van a la cama de nuevo, igual que en Ámsterdam o Barcelona. Yo quería mostrar que todos tenemos estereotipos, prejuicios y privilegios implícitos y quería exponerlos mientras filmaba.» Lo que no se esperaba Postema es que a pesar de sus buenas intenciones, su propio equipo congoleño se enfrentara a él y le señalara los prejuicios y la lógica colonial presentes en su enfoque. Su crítica acabó formando parte de la película.

No obstante, el filme se estrenó y empezó su gira mundial por festivales como el Alternativa. Se la presentó como una película necesaria, sí, pero de nuevo desde la mirada occidental. Insatisfechas con la representación de su país en la obra de Postema, Bernadette Vivuya, junto al cineasta Kagoma Twahirwa, decidió reeditar el material filmado, rehacer la película y ofrecer una perspectiva más auténtica y descolonizada. El resultado: Stop Filming Us But Listen.

 LA DECONSTRUCCIÓN: EL PUNTO DE VISTA CONGOLEÑO

Stop Filming Us But Listen, realizado a partir del mismo material original, reedita la película de Postema y examina a fondo las herencias de la mirada colonialista y sus consecuencias en la representación del Congo. Esta versión montada por cineastas congoleños refleja mejor la perspectiva africana y hace justicia a sus experiencias mientras traza un nuevo camino para la autorepresentación cinematográfica.

«El problema para mí no es que los directores occidentales hagan películas sobre la región. El problema es que la distribución de los medios de producción no permite que se escuche la perspectiva de los primeros afectados por la historia. Me molesta la falta de puntos de vista. No es mi intención en absoluto negar los muchos problemas a los que nos enfrentamos: pobreza, inseguridad, etc. Pero también quiero que se tenga en cuenta la historia congoleña y nuestros esfuerzos por mejorar la vida diaria de nuestra comunidad», defiende Bernadette Vivuya. «La imagen que nos llega desde los medios y las ONG no es la verdadera.» Este estereotipo no explica la realidad de las muchas personas que desde allí trabajan para mejorar sus vidas y sus comunidades, sin esperar nada del extranjero. En la presentación de su película en el festival Wallay! Vivuya compartió cómo llegó ella a esta conclusión, después de haber dado y perpetuado otro punto de vista como periodista: «Un día no pude ir al cibercafé a contestar los emails. Como me habían escrito para preguntarme por la situación de violencia de la zona y yo había tardado días en contestar, ¡una amiga creyó que estaba muerta!» Se dio cuenta de que ella misma vendía esas noticias de guerra y conflicto a las agencias y estaba perpetuando esa percepción, así que intentó dejar de lado este punto de vista para acercarse a la realidad de una manera muy distinta. A pesar de que en sus trabajos no ha dejado de denunciar la violencia, centrada en temas de derechos humanos, medio ambiente y la explotación de materias primas, lo hace siempre desde el punto de vista de la resiliencia de las personas que allí habitan, con el objetivo de dar una imagen más compleja que represente mejor al Congo y a su gente.

De esta manera, en Stop Filming Us But Listen, Vivuya sitúa el material original en un contexto más amplio de imágenes coloniales y prácticas postcoloniales. A través de la asociación cultural local Yolé!, la película explora cómo jóvenes congoleños enfrentan y desafían las imágenes propagandísticas del antiguo poder colonial belga. La cineasta dialoga con artistas locales sobre sus prácticas y cómo se relacionan con las representaciones occidentales de la vida en África. Vivuya y Twahirwa también integraron imágenes de archivo para profundizar en el tema de la representación y para destacar las iniciativas locales que no suelen ser visibilizadas por los medios occidentales. Además, la obra discute la continuidad de las estructuras coloniales en la ayuda al desarrollo y examina la problemática de los apoyos occidentales al arte africano. «No fue fácil remontar la película. La influencia de Joris fue muy difícil de reducir», confesó la directora en la presentación de la película. Salir de la narrativa original fue una dificultad añadida, pero finalmente lo consiguieron: «Las imágenes de archivo fueron muy importantes para profundizar en el tema de la representación y transmitir nuestro mensaje.» Vivuya destaca la necesidad de que los cineastas africanos tengan acceso a financiación y recursos para contar sus propias historias desde su perspectiva, para descolonizar la mirada y reivindicar su propia narrativa, una necesidad que está muy presente en la película. 

Stop Filming Us But Listen no solo es una respuesta a Stop Filming Us sino una expansión y contextualización que abre un diálogo crucial sobre la representación en el cine. En un mundo dominado por las imágenes y los discursos occidentales, esta película es un recordatorio de la importancia de empoderar a las voces locales y de buscar una representación más justa y auténtica.

* Stop Filming Us se puede ver en plataformas como Filmin y Netflix.