11 Feb 2022

David Casals: “Los festivales hacen una gran labor artística pero también social y conciliadora.”

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David Casals: «Los festivales hacen una gran labor artística, pero también social y conciliadora.«

Durante este mes de febrero, y a lo largo de los meses de marzo y abril, se lleva a cabo el GalactiCurs, una oferta de talleres del Galacticat, el Festival de Cine Fantástico y de Terror de Poniente a Tàrrega. Uno de estos talleres consiste en clases de confección de un guión cinematográfico de la mano de David Casals Roma que trata temas de gran importancia en la actualidad como los derechos de las mujeres, la vida libre de violencias y los derechos sexuales y reproductivos. En esta ocasión, hemos querido hablar con el ideólogo del taller para conocer más a fondo su perspectiva, los valores que trabaja y la importancia del cine para visibilizar determinadas temáticas.

Txto: Mireia Girbau

¿Crees que el audiovisual puede ser una herramienta transformadora?

Más que transformadora, yo diría agitadora. Si el audiovisual y el arte en general tuvieran el poder de transformar la sociedad, habríamos tenido que haber cambiado hace centenares de años, y esto no ha ocurrido. Es mucho más complejo y ambicioso pretender transformar al menos a gran escala. Pero a pequeña escala, el audiovisual sí que puede agitar al espectador, lo puede sacar de su zona de confort y presentarle situaciones y problemas que ignoraba. El espectador/a es quien decide transformar su entorno o no. Pero el cine sí que tiene el poder de agitar conciencias.

¿Cuáles son tus objetivos cuando planteas un taller de guión para jóvenes? ¿Cuáles son los valores que se tienen que transmitir y cómo los articulamos en un guión?

El guión es la parte más importante de todo proyecto audiovisual. Difícilmente podrás hacer una película interesante si el guión no lo es. Por eso me gusta trabajar las ideas, para darles forma y otorgarles espacio creativo para que puedan evolucionar. Yo no intento dar nunca soluciones a los problemas, ya sea de estructura, de diálogo o de profundidad de personaje, pero sí intento guiar al estudiante para que ella misma encuentre la solución utilizando la reflexión y la propia creatividad. Cuando se hacen talleres con temáticas tanto penetrantes como los derechos sociales y políticos, dan la posibilidad a que el estudiante utilice su propia visión del mundo para contar una historia. Yo siempre insisto en que cuenten historias locales sobre problemas actuales, porque así su visión personal será más presente.

¿De qué manera crees que se tiene que incorporar la mirada paritaria al cine?

Es un hecho innegable que el cine tiene que evolucionar mucho para dar cabida a muchas miradas, no solo de género, sino de etnicidad, religión, sexualidad… Poco a poco se están haciendo grandes pasos para que todas las miradas tengan un lugar privilegiado en el cine, pero todavía queda camino por recorrer. Pero lo más importante, es darnos cuenta del problema, ya está hecho. El resto es cuestión de tiempo y voluntad. Tomará tiempo, pero soy optimista al respecto.

¿Qué es lo que esencialmente crees que hay de haber en un corto que dé a la reflexión y al pensamiento crítico?

Para mí lo más importante es la participación del público en la historia. Y para que esto pase hay de haber un componente humano fuerte en la historia. Un espectador que se conmueva con la historia de un refugiado, lo hace porque empatiza con la parte más humana del personaje, no porque lo haya vivido él mismo. Es muy importante que un corto sepa tratar una historia local y la sepa universalizar a todas las culturas del mundo. Si hay participación del público, habrá una reflexión. Si, además, a la historia se exponen acontecimientos actuales, problemas políticos y con una gran carga social, el espectador también se abocará a un pensamiento personal y crítico. Creo que es muy importante que un corto proponga preguntas y no dé respuestas. Al espectador no le gusta que le digas qué tiene que pensar, pero sí que le plantees un conflicto y que sea ella quien saque conclusiones.

¿Ficción o documental a la hora de explicar estos temas?

La ficción y el documental son dos formatos diferentes. Dependiendo de la historia, un formato funcionará mejor que otro. El formato a escoger lo determina la historia y no a la inversa. Para mí, ambos formatos son igual de efectivos si la historia que se cuenta es interesante. Es cierto que cuando se habla de derechos políticos y sociales la tendencia es optar por el documental puesto que da un cariz más realista e inmediato al problema. Pero la ficción, a diferencia del documental, te permite licencias más poéticas y giros dramáticos en la trama más impactantes.

¿Cómo crees que pueden ayudar los festivales de cine a cambiar el paradigma audiovisual?

Por los cortometrajes o por las películas de bajo presupuesto, los festivales son ventanas de difusión inmillorables para poder difundir tu trabajo. Y, como público, es un lugar genial para descubrir trabajos que no encontrarías ni en el cine ni en la televisión convencional. Así pues, son lugares de encuentro entre creadores y público. Los festivales hacen una gran labor artística pero también social y conciliadora, dando oportunidades a trabajos de cineastas que en el circuito comercial no tienen lugar.